Analiza y aprende del cambio para definir las posibilidades
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Este fin de semana termina en México la así llamada Jornada Nacional de Sana Distancia. Para muchas personas esto significará el regreso a partir de este lunes a un escenario aún incierto, riesgoso y complicado al no poder recuperar las condiciones que todos teníamos antes del inicio de confinamiento. Después de una pausa de más de 70 días, para muchos negocios esto significará volver a iniciar actividades y ajustarse a las restricciones de operación que impongan las autoridades; lo que limitará su oferta, los niveles regulares de servicio y su productividad. Algunos sectores se reactivarán inmediatamente, otros lo harán cuando el “semáforo” indique que las condiciones son mejores. Es claro que habrá una desescalada que, hay que decirlo, será bastante irregular, regionalizada y un tanto desordenada. Líderes de organizaciones y empresas enfrentaremos este lunes ya en la práctica un escenario marcado por incertidumbre en varias dimensiones, para el que esperamos la mayoría de ellos se haya anticipado y preparado durante las semanas de encierro.
Pero, ¿qué fue lo que pasó? Durante semanas pudimos ver la manera vertiginosa en como empresas pausaban actividades, la mayoría enviando a una proporción alta de sus colaboradores a sus casas, ver cómo los clientes dejaban de asistir a sucursales, espacios de venta, y se volcaban a medios electrónicos para adquirir productos y servicios. La movilidad de las personas disminuyó, las rutinas se afectaron, la contaminación en las grandes urbes bajó. Los hogares se convirtieron en oficinas y escuelas, los parques en gimnasios, las cocheras en salas para recibir “de lejos” a los vecinos, y los viajes “al super” o nulos y cuando escasos, eran para muchos la oportunidad para el esparcimiento y distracción semanal fuera de casa.
La vida de muchos, muchísimos, se vio afectada y sigue afectada al perder sus empleos y muchos otros sin perderlos, han sido afectados plenamente al experimentar condiciones de altísimo riesgo al ejecutar sus trabajos durante el periodo de confinamiento de la pandemia. Nuestro reconocimiento, respeto y aprecio a todos estos trabajadores esenciales.
En resumen y con pleno reconocimiento de que las circunstancias no fueron ni serán sencillas para millones de personas, los negocios oferentes de productos y servicios experimentaron un escenario donde las condiciones de cambio abrupto y momentáneo fueron contundentes (para muchos, devastadoras) y donde las nuevas condiciones a partir de este lunes no son ni más certeras, ni menos complejas. ¿Qué podemos hacer entonces? Analizar y aprender del cambio Muchas cosas serán diferentes a partir del desconfinamiento y reinicio de actividades pero hay cambios fundamentales que no debemos pasar por alto si queremos garantizar la permanencia y crecimiento de nuestro negocio: ni nuestros clientes ni nuestros colaboradores serán lo mismo que fueron antes del periodo de confinamiento. Considerar que no hay cambio o aferrarnos a la idea de que las condiciones volverán a ser cómo antes es no reconocer el escenario extraordinario que hemos experimentado a nivel global en los meses transcurridos de este año. Considerar que hemos sido afectados de alguna forma como personas, como individuos, nos permite contemplar la posibilidad de que situaciones y pensamientos similares a los propios deberán estar ocurriendo en las mentes y en las acciones de nuestros clientes y nuestros colaboradores. Los cambios que pudieran estar ocurriendo y pueden afectar nuestros negocios pueden ser explorados al plantearnos algunas de las siguientes preguntas:
¿Cómo se han modificado los hábitos de las personas a las que servimos o con quienes colaboramos?
¿Cómo han cambiado sus expectativas en cuanto a nuestro negocio o en cuanto a participar para hacer posible nuestro negocio?
¿Cómo es que su marco de necesidades ha sido afectado y cuál es el orden en el que ahora figura la necesidad que cubre nuestro negocio o lo que provee para ellos?
¿Cuál es el cambio que las personas a las que servimos desean lograr y cómo seremos parte de él?
Resolver estas preguntas puede representar el primer paso para establecer un camino de la innovación ante las condiciones de incertidumbre y ajuste que experimentaremos en los siguientes meses.
Entender qué es lo que estamos haciendo, para quién lo estamos haciendo y por qué eso que hacemos resuelve sus necesidades, es la base de una constante innovación.
Hoy en día y ante los escenarios que enfrentamos la verdadera innovación nos lleva a la re-invención, y esas preguntas permitirán definir ese ajuste, movimiento del timón, o pivoteo que nos hará afianzarnos a los propósitos más fundamentales de nuestro negocio.
Visto de manera amplia, reinventar nuestro negocio no debería haber comenzado, ni debería terminar con una pandemia, reinventar debe entenderse como nuestro estado permanente de innovación.
¿Cómo te puedo ayudar a explorar el cambio? Aprecio tus opiniones, preguntas o comentarios.
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